El 10 de enero último pasado, la primera ministra Elisabeth Borne dio a conocer (mediante una conferencia de prensa en la que estuvo rodeada de algunos ministros de Estado) los alcances y algunos detalles de la reforma propuesta por el gobierno para preservar el modelo francés de jubilación por repartición (basado en la solidaridad entre generaciones).

¿Por qué reformar ahora el régimen de la jubilación?

El presidente Macron había propuesto una reforma de la jubilación en Francia desde 2017. En ese momento se trataba de una “reforma de la jubilación por puntos” (las cotizaciones de los futuros beneficiarios les permitirían adquirir puntos que debían acumular durante todas sus respectivas carreras profesionales) que no se realizó a causa de la feroz aparición de la pandemia mundial del Covid-19.

A partir de ahí, el presidente ha cambiado las modalidades de la reforma, pero considera que la misma es “urgente” basándose en el último Informe del Consejo de orientación de las jubilaciones (COR, por sus siglas en francés) que manifiesta que “el sistema de jubilación seria deficitario los 25 próximos años en razón del ineluctable envejecimiento de la población francesa”.

Pero, ¿qué cambiará esta reforma?

Trataremos de hacer comprensible esta compleja reforma (especialmente para los latinoamericanos que viven y trabajan en este país) que ha sido objeto de múltiples tergiversaciones sobre el fondo del asunto durante los últimos 5 años y que ha tomado 6 meses al gobierno para decidir el método a adoptar.

Así, resumiendo al máximo, la reforma de la jubilación propuesta consiste a aumentar la edad legal de la jubilación que deberá pasar de 62 años actualmente a 64 años (y no a 65 años, como anunciado en la campaña presidencial 2022 por el presidente-candidato Emmanuel Macron y piedra de toque de su segundo mandato) en el año 2030, a un ritmo que será de 3 meses por año y que deberá comenzar a partir del 1 de septiembre de 2022.

¿Quiénes serán los ciertos y presuntos perdedores de esta reforma?

Las personas nacidas en 1965 y 1966 (las únicas a las que se les exigirá trabajar 3 trimestres suplementarios) serán, en consecuencia, las grandes perdedoras de la reforma. Además, hay que recordar que solo las generaciones 1973 y siguientes estaban consideradas hasta hoy en el proyecto. En efecto, la cotización necesaria para obtener una jubilación plena será de 43 años a partir de 2027 en lugar de 2035, como se preveía originalmente. De manera que las personas nacidas en 1965 necesitarán 43 años de cotizaciones para la “jubilación completa” (172 trimestres).

La oposición afirma también que la reforma, que esconde múltiples disparidades entre las personas, afectará también más a las mujeres que a los hombres. Así, tratándose por ejemplo de las personas nacidas en los años ochenta, los hombres trabajarán, en promedio, cuatro meses suplementarios contra ocho meses suplementarios para las mujeres que forman parte de la misma generación.

¿Un postre dulce luego de una comida salada?

Para compensar, en parte, las dificultades que conlleva la reforma, el gobierno manifiesta que el 40 % de los actuales activos podrán tomar su jubilación antes de los 64 años. Así, los inválidos o los que sufrieron accidentes de trabajo podrán partir a los 62 años y los que comenzaron a trabajar desde muy jóvenes podrán hacerlo a los 58 años o, a más tardar, a los 60 años de edad.

Asimismo, el gobierno promete una pensión mínima de jubilación equivalente al 85 % del SMIC (o sea, 1200 euros) para las personas que hayan cotizado al menos durante 30 años

¿Para quién es la reforma?

La reforma está destinada a los actuales activos, asalariados, independientes y funcionarios. Los directamente impactados son pues aquellos que nacieron a partir del 1 de septiembre de 1961 (que deberán trabajar 3 meses suplementarios). Los nacidos en 1968 serán, por otro lado, los primeros a trabajar hasta los 64 años de edad.

¿Quiénes serán excluidos de la reforma?

Las personas nacidas hasta el 31 de agosto de 1961 y los jubilados, así como los miembros de los regímenes especiales de jubilación (salvo algunas raras excepciones), que deberán llegar a su fin el 31 de agosto próximo (con la desaparición de la “cláusula del abuelo” para los nuevos contratados).

¿Natalidad y jubilación?

En el contexto actual, el INSEE (Instituto de nacional de la estadística y de los estudios económicos, por sus siglas en francés) ha publicado el 17 de enero último las cifras que demuestran una caída histórica de la natalidad desde el fin de la Segunda guerra mundial y que tendrá una incidencia en el futuro de la jubilación. Así, la UNAEF (Unión nacional de asociaciones de estudiantes de Francia) está reclamando que el gobierno tenga en cuenta estas cifras para relanzar la política familiar mediante una mejor indemnización del “congé parental” (licencia parental) y la creación de un “servicio público de la primera infancia”, promesa de campaña de Emmanuel Macron no realizada por el momento.

¿Cuándo comenzará el debate parlamentario y la entrada en vigor de la nueva ley?

El texto de la reforma presentada por el gobierno en Consejo de ministros el lunes 23 de enero último debe llegar a la Asamblea nacional (la cámara de diputados francesa) el lunes 6 de febrero para su examen, dentro del marco del presupuesto rectificativo de la seguridad social, que se prevé, desde ya, como explosivo.

El gobierno calcula el fin de los debates parlamentarios para el 26 de marzo próximo con el objetivo de comenzar la aplicación efectiva de la nueva Ley a partir del 1 de septiembre 2023.

¿Y el movimiento social contra la reforma?

Luego de una primera huelga general exitosa para los sindicatos (más de un millón de manifestantes en todo el país) el jueves 19 de enero último pasado, éstos han convocado a otra huelga general para el martes 31 de enero (fecha posterior al cierre de la presente edición de la revista). Esperemos que ese día no haya desbordes de ninguna clase ni por parte de los manifestantes ni por parte de la policía (recordemos que el 19/01 último, durante la manifestación a Paris, un fotógrafo español ha sido amputado de su testículo derecho a causa del “coup de matraque” propinado por un policía).

Hasta el próximo mes.

Maître Angel LA TORRE

Avocat au Barreau de PARIS

Twitter: @abogadoenFR

 

El Dr. Ángel LA TORRE, el “abogado de los latinoamericanos en Francia”, atiende –previa cita– en su Despacho ubicado en la dirección siguiente: 186 Avenue de Versailles en PARIS (75016), M° Porte de Saint-Cloud o Exelmans (línea 9).

Si desea tener una entrevista con el Dr. LA TORRE, puede escribir un E-Mail a: angel@la-torre.net o llamar al teléfono: +33(0)1.8283.39.06 y/o, de preferencia, al celular: +33(0)6.37.7070.66 (en caso de indisponibilidad, sírvase dejar un mensaje de voz o enviar un mensaje de texto al mismo número